“El único valor de las acciones es lo que alguien más está dispuesto a pagar por ellas.” John Maynard Keynes
Cuando leí esta frase me hizo pensar mucho. A veces creemos que algo vale mucho solo porque todo el mundo habla bien de ello o porque su precio está muy alto. Pero, como dice Keynes, el verdadero valor no está en lo que creemos, sino en lo que alguien más está dispuesto a pagar. Esto fue exactamente lo que pasó en el crack del 29. Mucha gente empezó a invertir sin entender del todo en qué estaban metiéndose. Compraban acciones solo porque los precios subían y todos creían que era una forma rápida de ganar dinero. Incluso personas que nunca habían invertido, como trabajadores normales o amas de casa, empezaron a meterse en la bolsa por miedo a “quedarse fuera”. Pero llegó un momento en que la confianza se rompió. La gente se dio cuenta de que muchas de esas empresas no valían tanto como creían, y entonces todos quisieron vender al mismo tiempo. Como ya nadie quería comprar, los precios se desplomaron y millones de personas perdieron todo su dinero.
Me doy cuenta de que no siempre lo que está de moda es lo mejor, y que es importante tener personalidad y no dejarse llevar solo por lo que hace la mayoría. También me enseña que en temas de dinero, como en la vida, todo puede cambiar muy rápido, así que hay que actuar con cuidado y no dejarse llevar por la emoción del momento.