"El mundo no será destruido por los que hacen el mal, sino por los que miran sin hacer nada." – Albert Einstein
"El mundo no será destruido por los que hacen el mal, sino por los que miran sin hacer nada."
Esta frase es atribuida al físico alemán Albert Einstein, pero no hay ningún registro documentado claro que nos diga cuando se escribió o se dijo la frase, pero lo que si se sabe es que encierra una verdad inquietante sobre la condición humana: el verdadero poder del mal no reside solo en quien lo ejecuta, sino en quienes lo permiten con su silencio.
Vivimos en una sociedad donde muchas veces se cree que ser neutral o “no meterse” es una forma de prudencia o incluso de bondad. Pero lo que Einstein nos recuerda aquí es que la inacción también es una elección moral y puede ser devastadora.
Asi que se busca principalmente con esta frase es que nos confronte con una verdad incómoda, que la pasividad puede ser tan peligrosa como la maldad misma. Albert no solo se refiere a enormes crímenes o catástrofes, sino a todas esas injusticias con los humanos solemos tolerar en silencio: el abuso, la mentira, la corrupción y discriminacion… Además, cuando decidimos no intervenir en alguna situación, no alzar la voz o simplemente no actuar, estamos haciendo que el mal acabe perpetuando; la indiferencia es un tipo de complicidad.
Esta idea repercute especialmente en aquellos tiempos donde la información fluye, pero también lo hace la desinformación; donde somos testigos de las guerras, de todo lo relacionado al cambio climático y también de desigualdades extremas, y aún así, mucha gente optan por no involucrarse. Einstein también nos hace recordar que la ética no solo se demuestra al intentar evitar el daño, sino asumiendo la responsabilidad de oponerse activamente a él.
En esencia, la frase es como una llamada por así decirlo, que es urgente a la conciencia y al compromiso, no tenemos que olvidarnos de que no basta con ser bueno, también hay que ser valiente en la vida.
