T.S. Eliot

 La frase de T.S. Eliot trata de decir que si aprendemos cosas de antes, como que también aprendemos sobre nosotros mismos. El pasado no está tan lejos como creemos, ya que mucho de lo que pasaba antes sigue dándose hoy en día, tal cual. Por ejemplo, si vemos historias de antes, vemos que la gente hablaba de cosas como aventuras, familia y ser valiente, tal y como hoy. Shakespeare, por ejemplo, fue un escritor famoso que hablaba de amor, amistad y traición, cosas que todavía se ven hoy en día. 

Los pensadores de Grecia, como Platón y Aristóteles, se hacian preguntas como qué es la felicidad o cómo saber si algo es verdad, y esas dudas siguen siendo importantes. También hay construcciones antiguas, como la catedral de Notre Dame, que aún impresionan a la gente porque son únicas. Y la música de Beethoven, aunque ya tiene sus años, sigue tocando el corazón de las personas. Al final, saber del pasado es como conocernos a nosotros mismos, porque nos damos cuenta de que algunas cosas siempre serán igual. 

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Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado.