La mejor manera de olvidar a alguien o algo es transformarlo en un monumento
La frase de Jeffrey K. Olick sugiere que al transformar algo o alguien en un momento lo que estamos haciendo es separarnos de la carga emocional que puede generar esa cosa o suceso. Al convertirlo en un momento lo convertimos en algo más manejable en algún recuerdo o un suceso de tu vida pero hasta ahí, lo que nos permite dejar de vivirlo como una presencia constante. Este proceso de transformar algo en un momento puede ser una manera de aceptar lo que pasó, en lugar de seguir pensando y sintiendo ese dolor o ese recuerdo que pueda causar.
Aplicado a figuras históricas o eventos, la idea se basa en que al estudiar o recordad algo pasado, nos deshacemos de ello como presente y los entendemos como algo que sucedió en un contexto específico. Es decir los distáncianos emocionalmente y eso nos puede permitir seguir adelante sin estar constantemente pensando en ellos ni afectados por ellos.
En mi opinión creo que esta idea tiene bastante sentido y estoy muy de acuerdo con esto ya que si algo un nos ocurrió sigue en nuestra presencia durante tiempo puede llegar a afectarnos en nuestro día y eso puede llegar a ser una bola por lo que creo que hay que dejarlo como recuerdo y continuar con tu vida sin estar constantemente pensando en ello. Es una manera de lidiar con el pasado de mejor manera y menos destructiva. Pero sí que es verdad y tenemos que tener en cuenta es que este proceso de transformación no siempre es fácil no rápido, y para muchas personas puede requerir un trabajo interno duro y costoso. En cambio transformar el sufrimiento o el dolor en una memoria o una lección aprendida puede llegar a ser una manera muy efectiva de liberarse ese peso y de continuar adelante.