"La revolución no es un acto de un solo día, sino el despertar de un pueblo que ha decidido no volver a dormirse. "León Trotski”
Esta frase escrita por León Trotski revolucionario y ex Comisario del pueblo para Asuntos Militares de la RSFS de Rusia nos hace reflexionar de cómo una revolución no es solo un momento de caos o cambio repentino, sino algo mucho más grande. Es como cuando una persona se da cuenta de que ha vivido engañada o en una situación injusta.
En la Revolución Rusa, mucha gente pasó de aceptar su destino a luchar por algo mejor. En aquellos tiempos hubieron muchos días de protestas, y eso llevo a un proceso largo donde las personas se organizaron, se informaron y tomaron decisiones que cambiaron la historia.
Esta frase también aplica a la vida en general. A veces, nos acostumbramos a lo que nos imponen sin cuestionarlo, hasta que un día entendemos que tenemos derecho a algo mejor. Ese momento es poderoso, porque deja claro que el cambio no es solo posible, sino necesario. Hay mucha gente que se acostumbra a hacer lo que algunas personas le dicen, cuando al final esas personas tienen todo el derecho a hacer lo que su propio cuerpo les pida y lo que uno mismo considere oportuno para el.
Por eso, una revolución no solo ocurre en la historia, también en la vida de cada persona. Cada vez que alguien deja de aceptar la injusticia, está haciendo su propia revolución. No significa que el cambio sea fácil o rápido, pero una vez que empiezas a cuestionar o a valorar lo que te rodea, ya no puedes hacer como si nada pasara. Lo importante es intentar no volver a cometer los errores que se han podido cometer en el pasaso, intentar no rendirse, y seguir luchando por lo que crees justo.
