La cadena humana de los bálticos

 La cadena humana de los bálticos


La Cadena Báltica, también llamada Vía Báltica, fue una manifestación pacifica que tuvo lugar el 23 de agosto de 1989, en la que aproximadamente 2 millones de personas de origen báltico (actuales: Estonia, Letonia y Lituania) llevaron a cabo una cadena humana de más de 600km de largo que unió las tres capitales de estos tres países: Tallin (Estonia), Riga (Letonia) y Vilna (Lituania).  Este acontecimiento asombroso y conmovedor dejó una enorme huella tanto en la historia de la Union de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como en la de el mundo entero en general.

Esta region del noroeste europeo, cerca del mar Báltico, fue un territorio dominado por la URSS después del pacto Ribbentrop-Molotov en 1939 entre la Alemania Nazi y la URSS. Este inusual acuerdo entre dos potencias con ideologías totalmente distintas y conflictivas prometía la no agresión entre ellas durante diez años. De hecho, este pacto produjo una gran influencia en Europa oriental y la URSS se quedo con la región báltica de acuerdo con el pacto. Con el paso del tiempo, la población báltica empezaba a sentir un deseo de independencia enorme debido a la represión soviética, la rusificación y la pérdida de la soberanía y libertad. Esto, junto a que justo ese día fue el aniversario numero 50 del pacto Nazi-Soviético, en el cual se decidió el destino de este territorio de una manera autoritaria, los habitantes decidieron salir a protestar de una manera pacífica.

La Via Báltica es un acontecimiento lleno de valor, respeto y paz. No solo fue un evento que consiguió la independencia del noroeste europeo, sino que  también es una joya histórica que tanto nosotros como los presidentes, reyes, dictadores… que están gobernando ciertos países debemos tener en cuenta. Considero que gracias a este suceso se pueden aprender muchísimos conceptos relacionados con la paz, la ética y los derechos humanos. Además, podríamos decir que es uno de los pocos sucesos que tuvo un final feliz sin necesidad de apretar ningún gatillo, lo que, para mi, lo convierte en un acontecimiento con un gran valor y respeto. 


En resumidas cuentas, la Cadena Báltica es un gran ejemplo de como debemos reaccionar ante una injusticia, dejando de lado la violencia y el terrorismo. Además, nos sirve de perlas para aprender de ello y evitar mas conflictos violentos que no acaben de una manera catastrófica.





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Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado.