“Quien no se mueve no escucha el ruido de sus cadenas".
La frase de Rosa Luxemburgo, es una manera muy directa de decirnos que, si no hacemos algo por cambiar nuestra situación, nunca nos daremos cuenta de cuánto estamos atrapados y de la realidad que realmente nos rodea. Muchas veces aceptamos las cosas como son, sin preguntarnos si podrían ser diferentes o mejores.
Pienso que esto se puede aplicar a muchos ámbitos de la vida:
- En lo personal: a veces seguimos en una relación que no nos hace felices, seguimos unos cánones que no nos hacen sentir bien o seguimos viviendo de una manera que no nos satisface. Mientras no hagamos nada por salir de esa rutina, no nos damos cuenta de cómo nos limita o daña. Pero cuando tomamos la decisión de movernos, de cambiar, es cuando empezamos a ver lo que nos frenaba y cómo nos afectaba.
- En lo social: problemas como la pobreza, la desigualdad o la injusticia. Muchas veces nos acostumbramos a ver esas cosas y pensamos que así es la vida. Pero si empezamos a involucrarnos, a cuestionar o a luchar por un cambio, nos damos cuenta de que esas "cadenas" existen porque alguien se beneficia de ellas.
- En lo mental o emocional: También ocurre en nuestra forma de pensar. Si nunca cuestionamos o reflexionamos sobre nuestras creencias, prejuicios o miedos, vivimos atrapados por ellos. Pero cuando empezamos a reflexionar o escuchar otras ideas, es como si esas cadenas empezaran a romperse y empezáramos a liberarnos de ellas.
Mi opinión es que esta frase nos invita a no quedarnos quietas. El movimiento puede ser algo grande, como unirse a una causa mundial, pero también puede ser algo pequeño, como aprender algo nuevo o atrevernos a decir lo que pensamos en ciertos momentos. Lo importante es no conformarnos, no aceptar que "así son las cosas" sin pensar si hay algo mejor.