La mejor manera de olvidar a alguien,es transformarlo en un monumento
El sociólogo Jeffrey K. Olick dijo una frase interesante: “La mejor manera de olvidar a alguien o algo es transformarlo en un monumento”. Yo creo que esto significa que, a veces, al construir algo para recordar, en realidad podemos como que alejarnos de lo que queremos mantener en la memoria.
Cuando hacemos un monumento, lo colocamos en un lugar fijo, como una estatua o una placa. Al principio, puede llamar nuestra atención y hacer que pensemos en lo que representa, pero con el tiempo se vuelve parte del paisaje,porque lo vemos todos los días,entonces, nos acostumbramos a verlo y dejamos de prestarle atención. Así, lo que se quería recordar acaba olvidándose poco a poco.
Por ejemplo, hay muchas estatuas en plazas o calles que conmemoran a personas importantes o hechos históricos. Sin embargo, la mayoría de las veces, quienes pasan por allí no se detienen a pensar en lo que significan. El monumento sigue ahí, pero nadie hace caso,como si no estuviera.
Además, los monumentos suelen mostrar solo una parte de la historia. Muchas veces resaltan solo lo positivo de una persona o evento, pero dejan fuera los aspectos más complicados. Esto hace que el recuerdo sea incompleto y que no podamos reflexionar sobre todo lo que pasó.
Estoy de acuerdo con lo que dice Olick. A veces, los monumentos hacen que sintamos que ya hemos hecho suficiente para recordar, como si no fuera necesario pensar más en ello. Pero si no hacemos un esfuerzo por reflexionar, el monumento se convierte en un objeto vacío, que está ahí, pero no nos dice nada.