Un día en el interior del Vaticano
Hace dos veranos, tuve la oportunidad de viajar al Vaticano. Un viaje lleno de cultura y religión. La ciudad del Vaticano es conocida más concretamente por ser la sede central de la Iglesia Católica Romana y por ser un tesoro arquitectónico.
Nada más llegar a la capital, teníamos que reunirnos con un grupo de personas para comenzar el tour guiado que habíamos reservado antes de hacer el viaje. Cuando estábamos todas listas nos dirigimos a la inmensa cola que había para entrar al Vaticano. En este punto, era bastante pronto por la mañana, pero hacía una temperatura considerablemente alta y el sol pegaba de lleno.
Después de una hora aproximadamente, entramos en el interior. Nos dieron unos auriculares para escuchar a la guía y pusimos rumbo a nuestro primer destino.
El museo consta de 43,000 metros cuadrados por lo que es inviable ver todo en un solo día, pero, no obstante, vimos lo más importante. Como la escultura de Laocoonte y sus hijos, Apolo de Belvedere, Torso de Belvedere, Alegoría del Nilo, Apoxiomeno y mucho más. Por otra parte están las pinturas. Para mí las más impresionantes fueron “La Deposición de Cristo”, “Adán y Eva en el Jardín del Edén” entre otras. Finalmente, en la última parte del tour nos llevaron a ver la conocida capilla sixtina, un lugar donde está prohibido hacer fotografías y apenas puedes quedarte un tiempo a observar con detenimiento. En mi opinión, esta capilla es especialmente bonita, pero no es tan sorprendente como hacen creer.
Después de más de cinco horas en el Vaticano, acabamos nuestro tour y nos volvimos al hotel. Sin duda, fue una experiencia y un lugar lleno de arte y cultura que recomiendo visitar por lo menos una vez en la vida.
